¿Qué dice la ley del espejo? El mundo se comporta como un espejo, ahí podemos ver el reflejo de nuestra luz y nuestra sombra, de lo bueno y lo malo que hay dentro de nosotros.
“Cuando alguien diga o haga una cosa que provoque tu ira, o una emoción muy fuerte, detente un momento, da un paso atrás (metafórico o real) y reflexiona. Es posible que lo que estás viendo es tu propio reflejo.” Esta fue una de las primeras lecciones que recibí de mi profesor de psicología en los años 80, y se me grabó en la mente y en el alma.
El asunto es que si no somos conscientes de esto, nos enfada lo que vemos y peleamos con nuestro reflejo.
En el departamento de fisioterapia, todos los días llegaba un paciente y caminaba a lo largo de las barras paralelas hasta donde se encontraba un espejo de cuerpo completo. Tan pronto llegaba ahí, se ponía a pelear con su reflejo, pues no se reconocía. La única forma en que se calmaba era quitándole el espejo. En este caso, la actitud del señor era entendible, pues padecía de demencia senil; ahora bien, el desconocimiento de la ley del espejo hace que, en muchas ocasiones, actuemos de la misma forma, pues el Universo nos permite ver nuestro reflejo, pero como no lo reconocemos, peleamos con él e intentamos hacerlo desaparecer.
Reconociendo Nuestro Propio Reflejo: La importancia de la autoconciencia.
Usualmente, ¿para qué te detienes frente a un espejo? Claro que sí, para mirarte y ver si hay algo en ti que puedas arreglar, como tu cabello, el maquillaje de tu cara, alguna arruga en tu vestido, etc. Imagina por un momento que usaras el mundo de la misma forma. Obsérvate en ese gran espejo, y usa el reflejo para
- conocerte mejor,
- ser más compasiva y comprensiva contigo misma y con los demás,
- aprender a ser flexible y disfrutar de los errores
- reconocer las áreas que necesitas sanar
- aceptar que el perfeccionismo es un mito
- dejar la victimitis a un lado
- encontrar paz, sabiduría y libertad en tu vida.
Como todo en la vida, la ley del espejo también tiene matices.
1. Cuando lo que ves en la otra persona, es una característica tuya que no aceptas, y una forma de protegerte es criticándola en los demás. Por ejemplo, en un taller de desarrollo personal, se presentó un altercado entre dos participantes. Uno de ellos se alteró y gritaba a todo pulmón, “no entiendo por qué la gente es tan agresiva, porque no pueden decir las cosas con calma”, mientras agitaba sus brazos amenazando con el puño. Estuvo así durante un rato, mientras todos lo miraban en silencio. Lo miré con firmeza, y con calma le dije, “¿te puedes ver?”.
En ese momento fue como si le hubiesen echado un balde de hielo. Se sentó con la cabeza agachada y respondió, “no me había visto, siempre he criticado y me altera bastante ver a esas personas que son tan agresivas, y por primera vez me doy cuenta de lo violento y belicoso que soy. Ahora entiendo por qué mi esposa se divorció y mis hijos no quieren verme.”
2. Cuando lo que ves en los demás, es opuesto a como te ves o identificas tú mismo. Ejemplo, una cliente, según sus propias palabras, “detesta a la gente mentirosa, deshonesta”. Ella se ve a sí misma como una persona que no dice mentiras y es honesta todo el tiempo. Le planteé la posibilidad de que la verdad y la mentira no son absolutas, y que tiene distintos tintes. Después de pensarlo un rato, reconoció que a veces había mentido, y justificado; también recordó un incidente de la niñez donde fue brutalmente castigada porque sus padres creyeron que ella los había engañado. Esta fue una gran oportunidad para empezar a sanar esas heridas.
Recuerda que la perfección no existe, así que sé buena contigo misma, aprende a ser flexible, a disfrutar los errores y a aprender de ellos.
3. Cuando buscamos la forma de que los demás llenen nuestras expectativas, sean como nosotros creemos que deben ser. Ejemplo: es muy frecuente con los padres de familia que se enojan con sus hijos porque se comportan en forma distinta a la que ellos consideran apropiada, o esperan cumplir sus sueños a través de ellos. La madre, que quiso tener su propio negocio y se frustra y desencanta de su hijo, quien prefiere trabajar como empleado en una empresa. Es algo que encuentro con frecuencia, y mi sugerencia a estas mamas es que sigan sus sueños, y permitan que los demás (hijos, pareja, hermanos, amigos) cumplan los de ellos, cualquiera que sean, pues el respeto mutuo nos libera.
4. Cuando en forma inconsciente hacemos lo mismo a terceros. Este matiz va de la mano del primero. Ejemplo: a la pregunta, ¿qué es lo que más te molesta de otros?, un cliente, gerente de una empresa, respondió “que quieran controlar a los demás y estén siempre dando órdenes”. Después de responder algunas preguntas adicionales y hacer unos ejercicios, su cara se transformó y expresó con sorpresa, “Oh, no, eso es lo que hago en mi casa y en el trabajo todo el tiempo, soy un dictador.”
Aquí aplica la regla de oro, no hagas a otros aquello que no quieres que te hagan a ti, o dicha en término positivos, trata a los demás como te gustaría que te trataran. Si no te gusta que te griten, deja de gritar a tus hijos, por ejemplo; si deseas que te respeten, respeta a los demás; si quieres que tu familia sea cariñosa contigo, sé cariñosa con ellos, etc.
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Ahora que ya tienes una idea general sobre la ley del espejo, ¿te gustaría saber como usarla en tu día a día?
1. Haz una lista de lo que te molesta, irrita, enfada de los demás. Es importante entender que el conocer esta ley no significa que vas a estar de acuerdo con todo el mundo y con las injusticias que suceden a diario. Lo que buscamos es autoconocimiento para poder ser más reflexivos y proactivos, en lugar de reactivos.
Observa lo que has escrito y pregúntate, ¿qué refleja esto de mí?
2. Haz otra lista con tus debilidades y fortalezas. Es bueno pedir retroalimentación de la gente que nos rodea y que es capaz de ser honesta con nosotros. Reconocer lo positivo y lo negativo que hay en nosotros, nos da la posibilidad de verlo también en quienes nos rodean. Cuando perdemos el miedo a vernos tal y como somos, y al mismo tiempo dejamos de juzgarnos y criticarnos para aceptarnos, se facilitan los cambios que deseamos.
3. Observa a las personas que te rodean y con seguridad podrás reconocer que, al igual que tú, no son perfectos, así que tienen también cualidades que puedes admirar. Busca cosas que puedas agradecerles, y hazlo.
4. Haz Tapping durante el proceso de descubrimiento. Esta técnica puede ayudarte a relajar y abrir tu mente a las posibilidades.
5. Si hallas áreas en las cuales las emociones son demasiado fuertes, busca ayuda, es posible que heridas del pasado estén causando el problema.
Ante y sobre todo, sé gentil, amable, amorosa y respetuosa contigo misma en este proceso de autoconocimiento, y da gracias al Universo por ser tu espejo, y usa esta ley para avanzar en tu camino, aprendiendo a vivir en paz en medio del caos.
Clara Stella Arenas
Escritora del Newsletter #Miércolesdecrecimiento, Máster en EFT Tapping y coautora de los libros: Ideas para seguir Avante y El desafío de cambiar tu vida.
Fundadora | Autora del Newsletter de PAZENCAOS