LIBRE ALBEDRÍO: ¿ERES LIBRE EN VERDAD?

Libre albedrío, ¿qué es? En filosofía y en ciencia, se define como la capacidad o el poder de tomar decisiones y desarrollar acciones sin influencia de eventos previos o circunstancias universales. (Free Will | Definition, Determinism, & Facts | Britannica).

¿Eres libre? ¿Tenemos libre albedrío? Si no tenemos libre albedrío, entonces, ¿cómo podemos hacernos responsables o responsabilizar a otros de sus acciones? Si lo tenemos, “negamos toda influencia de la genética y el ambiente en las decisiones individuales, pero sería negar el resultado de investigaciones que muestran el impacto que tiene en los individuos, el ambiente y las personas que nos rodean” (The Body Keeps The Score. (s. f.). Bessel van Der Kolk, MD).

Libre albedrío

Podríamos usar los traumas de la niñez y la adolescencia, daños cerebrales, y enfermedades mentales para excusar las acciones de las personas, pero tú ¿qué opinas?

Ahora bien, en alguna ocasión has prometido que vas a hacer algo y luego, simplemente no lo haces y te dices a ti mismo, “yo sí soy …. (utiliza la palabra que prefieras, pero sabes que no va a ser una muy halagadora)”. O, por el contrario, has jurado que no vas a hacer algo y cuando menos piensas, pareciera que algo dentro de ti tomará el control y terminas haciéndolo y sintiéndote mal al respecto.  Pero si tienes libre albedrío, es tu culpa (dicen algunos) o tu responsabilidad (dicen otros) o simplemente, hay fuerzas superiores a ti que te controlan.

El libre albedrío y la mente humana

En un estudio, cuyo objetivo era buscar en el cerebro humano la causa de los crímenes más horrendos, se han estudiado casos de personas que, debido a tumores o cirugías que causaron lesión en áreas específicas del cerebro, tuvieron cambios de conducta significativas que afectaron sus decisiones y sus resultados de vida, y las llevaron a cometer crímenes espantosos. Se ha podido, en esos casos, establecer una conexión directa entre lesión cerebral y crímenes.

Un caso muy famoso en Estados Unidos fue el de Charles J. Whitman, un asesino que después de asesinar a su madre y esposa, empezó a disparar a diestra y siniestra, matando a 13 personas, además de herir a muchas más. Lo interesante del caso es que la autopsia revelo que tenía un tumor cerebral que podría explicar, junto con el diario que dejó, su conducta. (Criado, «Las lesiones cerebrales de los peores criminales»).

Otro dato bastante interesante, tiene que ver con la creencia de que la secuencia del genoma humano tenía 142.634 genes, lo cual resultó ser falsa. En realidad, solo tenemos entre 30.000 y 40.000 genes, los cuales forman un ser tan complejo como lo somos nosotros. (Velázquez Jordana, J. L. (2009). La pregunta que surges es, ¿tan pocos genes pueden ser responsables de todas las decisiones y conductas humanas? ¿No es este un punto de vista muy simplista, para un problema tan complejo?

Libre albedrío y la toma decisiones

Libre albedríoEntonces, ¿Podemos honestamente decir que nuestras experiencias pasadas, el ambiente en el que crecimos y vivimos, las personas que están a nuestro alrededor no tienen influencia en nuestras decisiones? ¿Es posible negar el factor genético en nuestra forma de ser y actuar?  ¿Y qué hay de los sesgos cognitivos? (García-Bullé, «Cinco sesgos cognitivos y sus efectos).

Cuantas veces hemos tomado decisiones convencidos de que lo hemos hecho con mucho raciocinio y solitos, para darnos cuenta luego que nuestras creencias, no son tan nuestras, sino que han sido regalos ofrecidos (y recibidos sin darnos cuenta) de nuestros padres, maestros, amigos y la sociedad misma.

Pero volvemos a la situación de que si nuestra vida está determinada por nuestros genes (y no escogimos a nuestros padres, ¿o si lo hicimos?), entonces para que esforzarnos, o intentar moldear nuestras vidas? En ese caso, debíamos simplemente dejar que todo sea. A lo mejor, tendríamos menos estrés, menos preocupaciones, pues sabríamos que no importa que hagamos, lo que va a suceder, sucede.

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Causalidad o casualidad

En mi casa dirían, “si te toca, aunque te quites; y si no te toca, aunque te pongas”. Y hay muchas anécdotas de personas que han sobrevivido a alguna catástrofe, porque “el destino” las puso en otro lugar en ese momento preciso. Es bueno recordar que “casualidad” no es lo mismo que “causalidad”, y, por tanto, estas anécdotas no prueban la teoría del determinismo, pero tampoco la invalidan.

He pasado por varias etapas en mi vida en lo que se refiere a estas ideas de libre albedrío y determinismo. En una época estaba convencida de que era una persona libre y tomaba decisiones independientemente de los demás, del ambiente, de mi historia de vida. Me sentía completamente responsable de mis decisiones y sentía que los demás también lo eran.

Esta forma de pensar tiene sus puntos positivos y negativos. El sentir que era libre, me daba la sensación de control; pues si soy responsable de mis decisiones, puedo cambiarlas cuando se me dé la gana.

Sin embargo, al mismo tiempo me cuestionaba, porque en muchas ocasiones quería hacer algo y mi mente y mi cuerpo parecían contradecirse.

Una experiencia de vida

Recuerdo que, durante un seminario de desarrollo personal, en una de las dinámicas me enojé y empecé a caminar hacia la puerta para irme, mientras las voces en mi cabeza me decían, ¿Qué estás haciendo? Sabes que debes quedarte aquí y enfrentar tus miedos, este trabajo es bueno para ti, tú sabes cómo manejar esta situación”, y a pesar de estas voces, mis pies seguían llevándome hacia afuera del salón.

Ahora bien, si creo que mi vida ya está determinada, diseñada por mis genes o por el ambiente, entonces ¿qué sentido tiene la vida y mi día a día? Para que esforzarme o intentar algo nuevo; porque no simplemente dejar que las cosas sucedan y ya. La ventaja es que tengo menos razones para estresarme.

Así que, considero que hay decisiones que tomamos conscientemente y hay otras que están determinadas por diferentes factores, pero al final, soy responsable de mi vida, puedo decidir que quiero hacer con las circunstancias que tengo, reconozco mis emociones, no las temo, y tengo un poco de fe en el Universo, la Vida, el Amor.

Mientras se continúan las investigaciones y la polémica al respecto, he decidido (a lo mejor estaba programada para suponer que es mi decisión) disfrutar cada momento que me queda de vida, sirviendo a otros y riéndome un poco de mí misma.

Clara Stella Arenas

Escritora del Newsletter #Miércolesdecrecimiento, Máster en EFT Tapping y coautora de los libros: Ideas para seguir Avante y El desafío de cambiar tu vida.

Fundadora | Autora del Newsletter de PAZENCAOS