El Arte de la Autocompasión: Cómo Cultivar Amor Propio

“¿Por qué soy tan boba?, ¿Porqué no puedo hacer las cosas bien?, ¡Que torpe que soy!”, te has dicho esto y mucho más con cierta frecuencia? Esa vocecita (en ocasiones, vozarrón) crítica que no te deja en paz, te tortura a toda hora y no sabes cómo detener, te está volviendo loca.

Yo conozco muy bien esa voz, y esta al parecer, trabajaba horas extras y con mucho ahínco años atrás. Hoy en día todavía la escucho, solo que es más tranquila y moderada, me ayuda cuando edito mis escritos sin interferir en mi proceso creativo; me acompaña cuando voy a tomar una decisión, pero tiene buen sentido del humor y colabora con otras partes de mí para disfrutar lo que hago.

Algunos le llaman “la loca de la casa”, yo la considero una amiga ahora que hemos aprendido el arte de la autocompasión.

Cómo conocí la autocompasión

Déjame explicarme, en el pasado era muy dura conmigo misma, trabajaba sin descansar, pero sentía que nunca era suficiente ni en cantidad ni calidad. Me exigía hasta la saciedad, me criticaba, me daba palo como diría mi madre. Mi voz crítica me volvía loca y me estresaba, lo bueno era que me impulsaba a ser mejor cada día, solo que el precio a pagar era muy alto, pues me sentía insatisfecha, agotada, abrumada e incapaz de disfrutar el proceso y los logros alcanzados. En pocas palabras, no lograba encontrar el gozo en mi día a día, y esto afectaba también a mi familia.

Ilustración del concepto de corazón de dedoAprender a ser compasivos con nosotros mismos es un paso hacia una vida sana y equilibrada. Buscar la excelencia no es igual a luchar por ser perfectos; aceptar nuestras imperfecciones es un acto de amor propio que nos permite avanzar en la dirección de una vida más plena. Equivocarse nos permite aprender, crecer , estirarnos; así que te propongo que celebres tus errores como un acto de autocompasión, y date la oportunidad de saborear ese momento de relajación y autoaceptación.

 Le propuse a una madre de familia, quien tenía problemas con sus hijos, que se diera permiso de celebrar algún error durante la semana y hacer lo mismo con los errores de sus hijos. Después de unos dos meses haciendo esto, estaba sorprendida de los cambios experimentados en el ambiente familiar. “Siento que soy un poco más compasiva y comprensiva  conmigo desde que estoy haciendo esto y también se me facilita serlo con los demás”, comentaba.

La autocompasión puede ser profesional

¿Es esto aplicable también en el ámbito laboral?, creo que la respuesta es un definitivo sí. Imagina por un momento que todos los miembros del equipo de trabajo se sintieran cómodos tomando riesgos sabiendo que sus equivocaciones no serán objeto de reprimendas o vergüenza, sino, por el contrario, se utilizarán como herramientas de aprendizaje y pasos para crear e innovar. Crear una atmósfera laboral donde la compasión propia y hacia otros es incentivada, comenzando por disminuir las críticas y aumentar el reconocimiento, da como resultado un incremento en la salud mental y física de todos y una  mayor productividad.

No estoy sugiriendo ignorar los errores, o aceptar la mediocridad; por el contrario, estoy hablando de excelencia y para lograrlo es importante darse permiso de experimentar cosas nuevas, lo cual inevitablemente nos pone en el camino de intentar, equivocarnos, corregir, intentar de nuevo, errar otra vez y así, hasta lograr lo que queremos, disfrutando el proceso, aun los momentos dolorosos del mismo.

El arte de la autocompasión comienza con la autoaceptación

Una mujer joven abrazándose.Aceptar que soy un ser humano con cualidades y falencias, con fortalezas y debilidades, con sueños cumplidos y sueños rotos, con miedos, dudas, frustraciones, alegrías, esperanzas, etc. Un ser perfectamente imperfecto o imperfectamente perfecto, capaz de experimentar una gama amplia de emociones y que en algún momento aprendió, erróneamente, que su valor depende de sus resultados, sus pertenencias, sus acciones y olvido que es un ser humano y no un hacer o tener humano.

¿Cómo cambiar esto? ¿Cómo  retornar a la esencia? ¿Qué más puedo hacer para aprender el arte de la autocompasión?

1. Haz una lista de tus cualidades y celebra. Si esto es difícil, pregúntale a las personas cercanas a ti, que les gusta de ti. Asegúrate de escoger familiares y amigos que son capaces de ver lo bueno en los demás. Una amiga me dijo, “le pregunté a mi madre, pero me respondió con las mismas críticas que he escuchado de su boca toda mi vida”. Recuerda que algunas personas todavía creen que la mejor forma de motivar a otros a mejorar es haciendo énfasis en los errores.

2. Haz una lista de algunas de tus equivocaciones, celebra y reflexiona sobre los aprendizajes logrados gracias a esas metidas de pata. Cuando un niño está aprendiendo a caminar, se cae muchas veces. ¿Has escuchado a alguien decirle a un pequeñín, “deja de intentar caminar hasta que sepas hacerlo bien sin caerte? ¡Suena absurdo! Entonces, ¿por qué pretendemos ir por la vida haciendo todo perfecto desde la primera vez, sintiendo vergüenza de las equivocaciones, de las caídas?

3. Es hora de celebrar los logros, empezando por aquellos que parecen pequeños a los ojos de los demás, y a lo mejor, también de los tuyos. A lo mejor lograste leer una página de ese libro que tanto querías leer, saliste de la cama a tiempo, organizaste tu escritorio, escribiste por 10 minutos en tu diario, etc. A veces esperamos a tener éxitos gigantes para celebrar, pero si te acostumbras a celebrar cada paso que das, cada logro por minúsculo que parezca, te estás dando regalos de autocompasión y autoamor, hasta convertirlo en un hábito, el cual mejora tu salud mental y física.

4. Dedica tiempo para ti sola, empieza por 15 o 20 minutos a la semana, y vas incrementando. Haz lo que te apasiona, así sea hacer nada. Descansa, duerme, camina, respira profundo, CUIDATE.

5. Haz Tapping diariamente. Si no estás familiarizada con esta maravillosa técnica somato-cognitiva, energética, visita mi canal de YouTube “Tapping con Clara”. El Tapping te ayuda a relajar y tener más claridad mental, entre muchos otros beneficios.

6. Reconoce la humanidad compartida. ¿Qué quiero decir con esto? A veces creemos que somos los únicos que nos sentimos miserables, nos criticamos y nos damos duro; o solo tú tienes sueños locos, aparentemente absurdos; o eres la única con esos miedos sin justificación aparente, cuando en realidad es parte de la experiencia humana. Comparte con otros como te sientes, y así como eres buena con ellos, sé buena contigo misma.

Lo importante es que aprendas a ser buena y amable contigo misma, a perdonarte, a darte ánimos, y que pidas ayuda no porque seas débil, sino para permanecer fuerte.

Ámate a ti mismo cita y mujer con cabello de cielo nocturno

Cómo puedo poner Límites: aprendiendo a decir No

Clara Stella Arenas

Máster en EFT Tapping y coautora de los libros: Ideas para seguir Avante y El desafío de cambiar tu vida.

Fundadora | Autora del Newsletter de PAZENCAOS