La mayoría de mis clientes desean cambiar algunos hábitos malos que tienen, y la pregunta siempre es, ¿cómo lo hago?

Empecemos hablando de algunos de los mitos al respecto.

1. Se requieren 21 días para cambiar un hábito. En realidad, el tiempo requerido para cambiar un hábito depende de muchos factores, entre ellos que tan arraigado está el hábito. Cada persona lleva su proceso en forma diferente, y está bien.

2. Con fuerza de voluntad, puedes lograrlo. Este es uno de los mitos más grandes y que causa más frustración.

El otro día se dañó la bomba que envía el agua a mi casa (usamos agua lluvia, pues no hay acueducto), así que nos quedamos sin agua. Entre a la cocina y automáticamente me dirigí al lava platos, y abrí la llave. Yo sabía que no había agua.

Una hora más tarde, me acerqué al lavamanos y abrí nuevamente la llave. ¿Por qué? La costumbre, el hábito.

Por si eso fuera poco, volví a la cocina y estaba a punto de abrir la llave (por tercera vez), cuando caí en cuenta de lo que estaba haciendo.

Ya tengo un patrón fijo en mi mente, y cambiarlo no es cuestión de fuerza de voluntad, ni de inteligencia o habilidades especiales.

Esto mismo sucede que todos los hábitos en nuestra vida. Así que es un proceso, ten paciencia.

3. Tienes que asegurarte de practicar todos los días; de otra forma, perderás todo tu esfuerzo y el progreso logrado. Disfruta el proceso, no te preocupes, ni te des palo si necesitas descansar algún día. Simplemente, pon atención al patrón.

He desarrollado el hábito de hacer tapping diariamente; sin embargo, uno que otro día prefiero hacer algo diferente, y con facilidad retomo mi hábito de tapping.

4. Tienes que remplazar los hábitos malos por buenos hábitos. No necesariamente. Hay hábitos que puedes sencillamente eliminar; en otros casos, es más fácil remplazarlos. No hay una regla fija al respecto. Busca lo que te funcione.

5. Cambiar hábitos es superdifícil o es muy fácil. Diría que no es, ni lo uno ni lo otro. Cada persona es diferente y cada hábito también. Te sugiero que no te compares con otros, ve a tu propio ritmo y disfruta el proceso.

Ya que hemos hablado de los mitos, podemos charlar de como hacerlo.

Lo cierto es que no hay un método único y seguro. Sin embargo, hay cosas que puedes hacer para facilitar el proceso.

1. Decide que hábitos quieres cambiar. Haz una lista en orden de prioridad. Enfócate en uno a la vez.

Pregúntate, ¿cuáles de estos hábitos que no me gustan, está afectando más mi estilo de vida, y evitando que avance?

A lo mejor ya estás teniendo problemas con tu salud física, y dejar de fumar sea vital para ti; o prefieres trabajar primero en tu hábito de dormir únicamente 4 o 5 horas diarias.

Es tu decisión. Ni buena, ni mala.

2. Identifica porque quieres cambiar ese hábito. ¿Es algo que estás haciendo para complacer a otros? O, ¿es algo que deseas?

Tener una fuerte motivación te ayudará en el proceso, y sé qué hay quienes insisten que la razón tiene que ser interna, por ti; sin embargo, mi experiencia me ha demostrado que para algunas personas, hacer los cambios por alguien más, les funciona mejor.

Lo que funcione para ti, está bien. No somos iguales.

 3. Recuerda ir un día a la vez. Si son hábitos como el cigarrillo, el alcohol o drogas, busca ayuda. Recuerda hacerlo cuando te sientas lista.

En un taller de Tapping recuerdo a un joven fumador, cuya madre lo llevo casi a la fuerza, pues quería que él dejara el cigarrillo. Él no quería hacerlo, y cuando hablamos al respecto, le dejé claro que cuando estuviese listo, él lo iba a saber. Su madre no quedó muy satisfecha, pues esperaba que de alguna forma yo lo obligara a tomar la decisión.

Unos meses después regresó, pues quería probar el tapping para hacer el cambio. En esas condiciones fue fácil trabajar con él, usando el tapping para facilitar el proceso, y funcionó.

4. Haz Tapping. La técnica de EFT/Tapping puede ser muy efectiva para ayudarte en este proceso. Inténtalo.

Tenía el hábito de comer superrápido, y había intentado usar mi fuerza de voluntad para cambiarlo, con resultados desalentadores.

Cuando aprendí el tapping, decidí darme la oportunidad y probar. Para mi grata sorpresa, con unas pocas sesiones de tapping, empece a comer más despacio, sin esfuerzo.

A veces, puedes obtener resultados haciendo el tapping tu sola; sin embargo, si no te funciona, no es porque el tapping mismo no trabaje, sino que, es factible que necesites ayuda; posiblemente para encontrar los disparadores del hábito y otros aspectos emocionales asociados a él.

5. ¡Ten paciencia y date permiso de ser buena y amable contigo misma en el proceso!

6. Busca ayuda, apoyo, motivación. Rodéate de personas que te animen y te apoyen durante el proceso. Es de mucha ayuda también, tener un compañero de responsabilidad, alguien a quien reportar tus progresos y retrocesos.

Cuáles son algunos de los malos hábitos, que interfieren con nuestra habilidad de disfrutar la vida y superarnos.

1. Malos hábitos de pensamiento. ¿Cuáles son tus hábitos en esta área? ¿Eres de las personas que ve siempre el lado negativo de las cosas? ¿Te inventas historias trágicas y dramáticas que te mantienen estresado? ¿Solo miras el lado positivo y cierras los ojos a las dificultades y el dolor?

¿Tus hábitos de pensamiento te ayudan a superarte, aprender, crecer y progresar, o te mantienen atado al piso, en tu zona de comodidad?

2. La comida rápida, o comida chatarra. Hay que reconocer que satisface, pues usualmente agrada al paladar, solo que el precio a pagar a largo plazo es bastante costoso, si consideramos que los servicios médicos cuestan un montón.

Debido a la vida acelerada, siempre corriendo y tratando de producir, es muy fácil ir a un restaurante de comida rápida, o comprar productos listos para preparar en segundos. Revisa tu estilo de vida y haz los cambios que funcionen para lograr el estilo de vida que deseas.

3. La procrastinación. Es un hábito muy frecuente y con frecuencia es importante buscar ayuda para trabajar en él. Es posible que procrastines en algunas cosas, no en todas.

4. El sedentarismo. Con las ocupaciones diarias del trabajo, y la casa, es posible que no tengas tiempo de hacer ejercicio, lo cual afecta tu salud física y emocional.

Revisa que actividad física te gusta y disfrutas, actividades como ir al gimnasio, salir a caminar, jugar con tus hijos, bailar en casa mientras haces tus actividades hogareñas, ejercicios de intervalos, etc.

Haz tapping diariamente al respecto, y repito, los resultados pueden ser sorprendentes.

5. El tabaco, la droga, el alcohol son hábitos que pueden destruir tu calidad de vida, aunque te producen un placer momentáneo. Es complicado eliminar o cambiar estos hábitos por tu cuenta. Usualmente, se requiere ayuda profesional. Debes empezar con la decisión.

6. Malos hábitos de sueño. Por muchos años dormía entre 4 y 5 horas diarias (5 era en mis días de suerte), y aun así siempre he manejado altos niveles de energía, así que nunca pensé que fuese un problema para mí.

Ahora bien, con frecuencia me desmayaba y no tenía ni idea de la razón. Me acostumbré y aprendí a manejar el problema por largo tiempo, hasta que un día me caí y me golpee. Finalmente, fui al médico y después de cientos de exámenes, no encontraban la causa.

Tomando un curso sobre problemas del sueño, para poder ayudar mejor a muchos de mis clientes que se quejaban de ese problema, descubrí que la deprivación del sueño era la causa de mis desmayos.

“Puedes enseñar a tu cuerpo a dormir menos, pero no le puedes enseñar a necesitar menos sueño”, escuche; esta fue la información que necesitaba y decidí cambiar mis hábitos de sueño. Hoy en día me aseguro de dormir de 7 a 8 horas diarias, y los desmayos desaparecieron.

¿Duermes bien? ¿Duermes el número de horas necesarias para que tu cuerpo y mente se recuperen? ¿Sientes que no tienes tiempo para dormir?

Recuerda que el dormir te permite ser más productiva y disfrutar más cada día. Es una necesidad básica del ser humano.

¿Hay algún hábito que desees cambiar? ¿Cuál es tu motivación para cambiarlo? ¿Cómo afecta ese hábito tu calidad de vida? ¿Es un hábito que deseas simplemente eliminar de tu vida, o puedes remplazarlo por otro?

Recuerda, cada persona es diferente. Sé buena y amable contigo misma en el proceso. Disfruta el proceso mismo.