Se acaba un año, empieza uno nuevo, y con frecuencia tendemos a pensar que el solo hecho de ver el cambio en un calendario, que el solo hecho de decir se “acabó el año viejo” y “feliz año nuevo”, ya va a tener un efecto mágico en nuestra vida.  No es así. Vivir no es hacer borrón y cuenta nueva. Vivir es tomar conciencia de lo que ha pasado, recordarlo no para sufrir ni para castigarnos, sino para sacar los mejores aprendizajes, para crecer, para no seguir haciendo las cosas de la misma manera pretendiendo que como es un nuevo año, ahora si van a funcionar, no, sino para saber que hay que cambiar, que si algo no me funcionó debo buscar otra manera de hacerlo, que el año no se termina y ya, que el año se termina y fué un año para madurar y aprender y así poder hacer del nuevo año, uno diferente, con más aciertos, con mejores elecciones, con más responsabilidad.

El 2020, ha sido un año inolvidable, un año que nos puso a prueba a nivel mundial, un año que nos obligó a detenernos, que nos abrió un espacio para reencontrarnos con nosotros mismos, que nos obligó a reevaluar nuestro orden de prioridades, un año que te dio la oportunidad de crecer. 

Te invito a recoger todas esas lecciones, a ponerlas en práctica en el 2021, a recordar lo que pasó, lo que descubriste de ti,  e ir hacia adelante con más confianza y valor. Si pudiste sortear los retos que esta pandemia te trajo, puedes con todo.

Y para cerrar este año, te dejo esta meditación de tapping ( La que encontrarás al inicio de esta carta ), te invito a darte la oportunidad de hacerla y disfrutarla, es especialmente para ti.

Con todo nuestro cariño, Familia Pazencaos