Fracasar, ¿es bueno para mi salud mental?

Ganador o perdedor, exitoso o fracasado, pareciera que todo se redujera a estas palabras. ¿Qué emociones provocan ellas en ti? ¿Estás obsesionado con ganar y aterrado de perder? Muchos padres empujan a sus hijos al máximo, pues quieren que se conviertan en ganadores, siempre triunfantes, y los quieren proteger del dolor de perder. 

¿Pero realmente es tan malo perder? 

¿Qué es el fracaso? ¿Es tan malo como lo pintan? ¿Se puede conocer el triunfo sin probar el fracaso? 

Te propongo abrirte a la posibilidad de que el fracaso es bueno para todos, y que es imposible triunfar sin experimentar el fracaso. El fracaso indica que has intentado algo diferente, que te has arriesgado, que saliste de tu zona de comodidad y, por tanto, que estás aprendiendo, estirándote, creciendo. 

Que un proyecto no resulte como lo esperabas, te da material para analizar, ver que funcionó y que no funcionó, y buscar los aprendizajes para aplicarlos en tu siguiente proyecto. El bebe empieza a dar sus primeros pasos y se cae, no una, sino varias veces, antes de dominar el arte de desplazarse en dos pies. Su intención no es caerse, sin embargo, no le importa cuando sucede, simplemente se levanta e intenta de nuevo. 

¿Recuerdas cuando empezaste a escribir? Las letras torcidas, irregulares, e ilegibles; con práctica llegó el día en que escribir se hizo fácil, automático.

Muñeco persona de madera leyendo
 

¿Puedes imaginar, por un segundo, que pasaría con los seres humanos, si hiciéramos solo aquello que estamos seguros va a salir bien desde el primer intento? No aprenderíamos a caminar, correr, subir escaleras, escribir, leer…. No habría progreso en absoluto. 

Los fracasos nos permiten aprender a ser resilientes, confiar en nosotros mismos y en los demás, disfrutar la vida. 

En una época de mi vida, tenía tanto miedo a defraudar a mis seres queridos, que me limitaba mucho. Solo hacía aquellas cosas que estaba segura, iba a poder ejecutar muy bien, y aunque había actividades que deseaba, desde lo más profundo de mi corazón, probar, el miedo me detenía. 

Los demás me veían como una triunfadora, pero yo no me sentía así. Sabía que estaba encasillada, que el fracaso era un monstruo que evitaba a toda costa.

Cuando finalmente me di cuenta de dos cosas que me liberaron. La primera, que aquellos que de verdad me querían, no se decepcionaban al verme intentar cosas nuevas, aunque los resultados no fuesen maravillosos al principio; y segundo, que en lugar de defraudarlos, los inspiraba a aprender y seguir avanzando. 

Cuando decidí probar el fracaso, mi vida dio un giro increíblemente mágico, y se convirtió en una ventura muy divertida. 

Sentirnos cómodos con el llamado “fracaso” nos permite admitir nuestros errores, facilitando la comunicación y relación con los demás; dándonos la posibilidad de hacer correcciones y aprender. 

Fracasar en algunos proyectos, no te convierte en un fracasado. Dejar de arriesgarte, no volver a intentar, quedarte en la zona de comodidad, si lo hace. 

Si temes fracasar, comienza con experiencias pequeñas, un paso a la vez. ¿Hay algo que estés deseando hacer, pero te sientes inseguro de tus habilidades para lograrlo? Date la oportunidad y arriésgate.

 

Aprender a bailar, entablar una nueva amistad, cambiar de trabajo, regresar a la escuela, emprender, etc., hazlo. ¿Qué estás esperando? La vida es corta. Si los resultados no son lo que esperabas, por lo menos, lo intentaste. Puedes intentarlo de nuevo, hasta que logres convertirte en una experta; o a lo mejor, descubres que prefieres algo distinto. Está bien. Disfruta el proceso. Celebra la vida y tus equivocaciones. 

Vive a plenitud, falla, fracasa y continúa aprendiendo.

 

 

Clara Stella Arenas

Escritora del Newsletter #Miércolesdecrecimiento, Máster en EFT Tapping y coautora de los libros: Ideas para seguir Avante y El desafío de cambiar tu vida.

Fundadora | Autora del Newsletter de PAZENCAOS