¿Cómo ser inclusivo en la empresa?

¿Es tu empresa inclusiva? Piensa un minuto con mucho cuidado antes de responder. Mira a tu alrededor, observa tu equipo de trabajo, ¿qué tan diverso es?

Hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Entre mi equipo de trabajo hay abundancia de perfiles similares o realmente hay diversidad?
  • ¿Los procesos de reclutamiento aseguran la diversidad?
  • ¿El departamento de Recursos Humanos, prioriza la diversidad y la inclusión en cada paso de sus procesos?

Existen empresas que se anuncian como inclusivas, pero no lo son, pues sus equipos de trabajo son homogéneos y la inclusividad se queda solo en el papel.

Después de haber contestado las preguntas anteriores, puedes honestamente contestar la primera pregunta, ¿es tu empresa inclusiva?; no solo hablamos de que cumplan con las leyes vigentes al respecto, sino que en realidad suscitan e incitan la pluralidad de género, la diversidad religiosa y étnica, contrata trabajadores con diversidad funcional; estas empresas buscan formas de disminuir y eliminar la discriminación por edad u orientación sexual, entre otras.

Una de los principales motivos por los cuales un líder decide ser inclusivo, es el mejoramiento del ambiente de trabajo. La diversidad es un factor increíble en la generación, desarrollo y contagio de una actitud positiva y de crecimiento, que estimula la evaluación de nuestras propias actitudes, sesgos, y prejuicios, para hacer cambios que nos acercan más a la justicia social. Una empresa que incluye en su equipo de trabajo la diversidad, muestra su compromiso social, lo cual se traduce en un valor agregado en el mercado.

Cuando como líder aprendes a apreciar la riqueza que existe en la diversidad, en el hecho de que cada profesional es diferente y que, por tanto, pueden complementarse y fortalecerse, entonces estás avanzando hacia una empresa verdaderamente inclusiva, con respeto, aceptación y no discriminación.

En un seminario de desarrollo personal que facilité en Phoenix, Arizona, dividimos a todos los participantes en 5 grupos de acuerdo a su cuadrante de comportamiento (controladores, promotores, analíticos y apoyadores) y el último grupo, estaba formado por individuos de todos los cuadrantes.

Se les dio una tarea para completar en un tiempo determinado. Estábamos observando que grupo hacía el mejor trabajo, con más rapidez y lograban divertirse en el proceso. El grupo 5 ganó en todas las categorías, pues fue más fácil para ellos organizarse, tomar decisiones y encontrar soluciones, apoyándose en las habilidades diferentes que tenían en el grupo.

Cuando algunos se frustraban, estaba ahí el que le ponía una pizca de azúcar al asunto, o aquel que calmaba los ánimos mientras que algunos tomaron el liderazgo, y estaban aquellos que no tenían ningún problema en seguir instrucciones, etc.

Cuando se habla de inclusividad, invariablemente aparece la palabra tolerancia. Personalmente, pienso que deberíamos usar mejor comprensión y entendimiento pues, cuando toleramos a alguien, simplemente lo aguantamos hasta que ya no podemos más; es como si estuviésemos cargando un pesado increíble en nuestras espaldas, solo porque nos están obligando.

La comprensión y el entendimiento requieren una mente más abierta, de reconocimiento, respeto y apreciación de las diferencias individuales; la eliminación de prejuicios, y la promoción de la diplomacia.

Hablando con una cliente que trabaja en desarrollar programas para el entendimiento racial y la eliminación de la discriminación, estábamos de acuerdo en que para que estos programas sean efectivos, se requiere mucho más que simples conferencias, donde hablamos y hablamos sin parar y los participantes salen de ahí sin ninguna experiencia real del problema. Por el contrario, el uso del teatro, la música, el baile y en general, programas experienciales, tiene un poder transformador muy grande.

Hay obstáculos que hay que derribar, y para esto, lo más importante es aumentar el nivel de consciencia de los individuos creando un ecosistema de inclusión, de tal forma que las personas tengan oportunidades de trabajar con base en sus capacidades y no en privilegios tales como el color de piel, la religión, el sexo. Todo comienza con el líder del equipo.

La inclusión, no solo es una forma en que las empresas pueden mostrar su compromiso social, sino que también mejoran la productividad y, por tanto, tiene sentido práctico. En consecuencia, organizar y programar talleres para eliminar los prejuicios de todo tipo, es una buena inversión para la empresa; para que tu inversión sea productiva, asegúrate de contratar a un buen profesional en el tema, y recuerda, preferiblemente que sea una actividad experiencial y no solo charlas.

Estoy convencida de que la mejor forma de avanzar en estos temas es la educación. Todo programa educativo debería incluir los temas de discriminación, pues, si no nos atrevemos a hablar sobre ellos no podremos progresar en su solución.

Todavía, mucha gente se resiste a tocar estos temas en el aula de clase, en la oficina, en las empresas; sin embargo, como empresarios tenemos una obligación moral al respecto.

Si quieres asegurarte de que tu empresa es inclusiva, es necesario tener políticas claras de diversidad e inclusión y que los responsables de Recursos Humanos y gestión de talento las hacen cumplir a todo nivel.

Así que, nuevamente, observa tu equipo de trabajo ¿es inclusivo? Si no lo es, es hora de hacer los cambios. Es tu responsabilidad como individuo y como empresario.

Clara Stella Arenas

Escritora del Newsletter #Miércolesdecrecimiento, Máster en EFT Tapping y coautora de los libros: Ideas para seguir Avante y El desafío de cambiar tu vida.

Fundadora | Autora del Newsletter de PAZENCAOS